sábado, 26 de noviembre de 2011

Cream Cheese Coffee Cake


Siempre me gusta tener un trocito de bizcocho o unas pastas para el café de media tarde que suelo tomar los fines de semana (mientras veo una de esas películas de Antena 3 en las que, como dice un amigo mío, tu abuelo acaba siendo su hijo…)
Esta tarta es perfecta para tomar acompañada por un buen té o café. Precisamente, así lo indica su nombre. La probé por primera vez este verano en un B&B de Bisbee, Arizona. Su sabor me encantó. Normalmente no me gustan las tartas de queso (salvo cuando llevan queso Philadelphia). Aunque soy cántabra…. no me gusta nada la quesada, por ejemplo.

El caso es que este coffee cake no es excesivamente dulce y tiene un sabor delicioso a mantequilla y canela. El queso no se percibe realmente (o eso me parece a mí), pero le da una textura suave. Se compone de tres capas, un esponjoso bizcocho de mantequilla, un relleno de queso cremoso y un streusel de canela. Si no conocéis este término, se trata de una crujiente cobertura a base de harina, mantequilla y canela que se utiliza en muchos postres en Alemania.

Ingredientes:
Streusel Topping:

1/3 cup (45 gramos) harina
1/3 cup (65 gramos) azúcar
1/2 cucharadita de canela
1/4 cup (56 gramos) mantequilla fría

Relleno de queso:

227 gramos de queso cremoso a temperatura ambiente
1/4 cup (50 gramos) azúcar
1 huevo grande
1/2 cucharadita de esencia de vainilla
1 cucharadita de ralladura de limón
1 cucharadita de harina

Masa del bizcocho:

1 cup (130 gramos) harina
1 cucharadita de levadura química
1/8 cucharadita sal
1/4 cup (56 gramos) mantequilla a temperatura ambiente
1/2 cup (100 gramos) azúcar
1 huevo grande
1/2 cucharadita de esencia de vainilla
1/3 cup (80 ml) leche
1/2 cup (240 ml) mermelada de frambuesa (opcional)

Elaboración:

Streusel Topping:
Cinnamon Tales

En un bol, combinamos la harina el azúcar y la canela. Cortamos la mantequilla en trocitos y mezclamos con la harina de manera que adquieran la apariencia de migas.

Relleno de queso:
Con una batidora eléctrica batimos el queso hasta que tenga una textura untuosa. Añadimos el resto de los ingredientes y volvemos a batir hasta que resulte una mezcla cremosa.

Masa:
En un bol, mezclamos la harina, la levadura y la sal. En otro bol, con la ayuda de la batidora, mezclamos la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremoso. Añadimos el huevo y la vainilla y seguimos batiendo.
Añadimos los ingredientes secos y batimos con suavidad hasta que los ingredientes estén bien integrados.
Esta será la primera capa de nuestro coffee cake, con lo que vertimos la masa en el molde repartiéndola homogéneamente. A continuación añadimos el relleno de queso extendiéndolo bien con la ayuda de una cuchara. Podemos ahora añadir una capa adicional de mermelada. Esto va sobre gustos, yo articularmente preferí no incluirla ya que el bizcocho original que probé, no la tenía. Aunque estoy segura que la combinación tiene que estar riquísima, así que otro día la probaré. Por último, coronamos con el streusel por encima.

Horneamos durante 60 0 70 minutos, hasta que veamos que el streusel tiene un color doradito y al pinchar el cake con un palillo, éste sale limpio. Lo dejamos enfriar ligeramente e voilá!

Un delicioso coffee cake para disfrutar (sola o acompañada).
Cinnamon Tales

Cinnamon Tales

sábado, 19 de noviembre de 2011

Cupcakes de vainilla

Cinnamon Tales
Retomando el tema de los cupcakes (en el que admito, soy totalmente novata) ... acabo de descubrir un libro que me tiene facinada: "Cupcakes de Primrose Bakery". Primrose Bakery es una pastelería que se dedica casi exclusivamente a hacer cupcakes. Fue creada por dos amas de casa, Martha Swift y Lisa Thomas, que comenzaron a hornear cupcakes para las fiestas de cumpleaños de los niños de su barrio, en octubre de 2004. En el otoño del 2006, se dieron cuenta que ya no podían seguir horneando en las cocinas de sus casas y decidieron abrir su primera tienda, situada en el 69 de Gloucester Avenue en Primrose Hill. Si tenéis un rato entrad en su página web porque es genial. ¡Dan ganas de comérsela! Definitivamente cuando vuelva a Londres pienso visitar la tienda para probar uno por lo menos.

El caso es que tras ver este maravilloso despliegue de repostería e imaginación, me han entrado ganas de hacer unos yo misma. He elegido estos, pues me han parecido bastante fáciles de hacer. He seguido la receta de ellas al pié de la letra, salvo para el glaseado. Ya sabéis que a mi no me gusta mucho esa bomba de azúcar y mantequilla de la que están hechos los glaseados de los cupcakes generalmente...así pues he modificado ligeramente la receta añadiendo mucha menos azúcar y en lugar de mantequilla, margarina light (por aquello de la dieta...).
Sin mebargo, modestia a parte, he de admitir que no me han quedado nada mal (son muy fáciles así que no tiene mucho mérito...jeje). El bizcocho es super esponjoso y tienen un delicioso sabor a vainilla que me encanta.
Si no os convence mucho el glaseado, siempre podéis recurrir al socorrido chocolate. Creo que el blanco le irá mucho mejor en este caso... Ahora que lo pienso, creo que otro día probaré a hacerlos así, a ver qué tal salen...así comparo!
Cinnamon Tales
Bueno, ¡que me enrollo! Vamos al grano. Aquí os dejo la receta para unos 8 cupcakes:
Ingredientes:
125 gr de mantequilla reblandecida a temperatura ambiente
125 gr de azúcar blanco (yo le puse algo menos porque no me gustan tan dulces)
2 huevos
125 gr de harina con levadura incorporada
2 cucharadas de leche
1 cucharadita de extracto de vainilla

Para el glaseado necesitamos:
75 gr de margarina reblandecida a temperatura ambiente
3 cucharadas de azúcar glas (o alguna más, según gustos)
1 cucharadita de extracto de vainilla

Elaboración:
Precalentamos el horno a 190º y preparamos mientras una bandeja de muffins con capacillos de papel, o si preferís con moldes para muffins de silicona.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que blanquee y consigamos una mezcla cremosa. Incorporamos los huevos uno a uno y batimos bien. Echamos el extracto de vainilla y las dos cucharadas de leche.
En otro bol aparte tamizamos la harina. Vamos añadiendo poco a poco la mezcla líquida, batiendo con suavidad hasta que todos los ingredientes queden incorporados.

Cinnamon Tales
Rellenamos los moldes con la masa cubriendo hasta 3/4 de su capacidad y horneamos durante unos 15 ó 20 minutos. Mientras preparamos el glaseado batiendo la mantequilla con el azúcar y la leche hasta obtener una mezcla fina y de textura delicada.
Una vez estén los cupcakes listos y algo doraditos, los sacamos del horno y dejamos enfriar completamente. Una vez fríos extendemos el glaseado por encima y adornamos. Yo tenía por casa unas frambuesas que he usado para coronar algunos de ellos. Para el resto, he utilizado el azúcar de colores que compré en EEUU este verano :D ¡Mi gran adquisición de este viaje!
Cinnamon Tales
Cinnamon Tales
No me pude resistir a probar uno antes de comer! :)
Cinnamon Tales
¡Ya me contaréis si os gustan!
¡Feliz sábado!

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Una Escapada a Oporto

A mediados de marzo del año pasado unas amigas y yo hicimos una pequeña escapada a esta bonita ciudad. De vez en cuando viene bien huir de la rutina diaria y olvidarte de todo. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que paseando por una preciosa ciudad con amigas, disfrutando del paisaje, la cultura y la gastronomía que Oporto te ofrece? Estoy deseando repetir un viaje así, con lo que este año tenemos que repetir, ¿eh, chicas?
Lo cierto es que Oporto es perfecta para visitarla en un fin de semana y totalmente apta para bolsillos "low cost". Gracias a Ryanair pudimos descubrir esta joya portuguesa por el módico precio de unos 40€ ida y vuelta.
Salimos el sábado por la mañana bien temprano y a eso de las 9.30 (hora local) estábamos con nuestras maletas en mano, listas para descubrir la ciudad.

El metro llega al aeropuerto, con lo que en poco más de media hora estás en el centro de la ciudad. Nuestro hostal estaba en pleno casco viejo, con lo que la parada más que mejor nos venía era Trindade. De allí, fuimos andando hasta lo que iba a ser nuestro campamento base durante los próximos 2 días.


Oporto es una ciudad para recorrerla andando, disfrutando al máximo de sus estrechas callejuelas cargadas de historia y nostalgia, que por cierto son Patrimonio de la Humanidad. El aire de decadencia que invade la ciudad te transporta por completo a otra época. Parece como si el tiempo se hubiera detenido en algunas partes.
El hostal fue todo un acierto. Se llama Rivoli Cinema Hostel y estaba súper limpio. Sus instalaciones son modernas y hay habitaciones individuales, dobles o para 4 personas con baño compartido. El desayuno es bastante completo y además el hostal cuenta con un amplio salón donde poder relajarte y escuchar algo de música, conectarte a internet o ver una película. El personal es de lo más amable e incluso nos dio unos cuantos consejos sobre dónde comer, qué visitar y qué hacer.
Torre de los Clérigos, Oporto

Así que, tras dejar nuestras cosas en la habitación, nos dirigimos mapa en mano a disfrutar de los tesoros de esta pequeña gran ciudad. Oporto tiene muchas cuestas, con lo que lo mejor es que llevéis calzado cómodo para andar. Nosotras acabamos con agujetas de los largos paseos que nos dimos.

Una parada indispensable es la Iglesia de los Clérigos, construida entre 1735 y 1748 en estilo barroco. La iglesia cuenta con una torre que con sus 76 metros de altura, es la más alta de Portugal. Para subir a lo más alto deberéis subir los más de 200 escalones dan acceso a una privilegiada vista panorámica de Oporto. Una vez arriba, todo el esfuerzo habrá valido la pena porque podréis disfrutar de unas magníficas vistas de la ciudad. Aunque ¡ojo! si tenéis vértigo será mejor que no subáis, pues el mirador tiene una simple barandilla de piedra por la que cabe casi un adulto...

Oporto
Oporto
Librería Lello e Irmao, Oporto

Muy cerca de esta iglesia se encuentra la que está considerada como la librería más bella de Europa, la Librería Lello e Irmao. Un edificio de estilo neogótico construido en 1906 en cuyo interior multitud de detalles antiguos consiguen un ambiente capaz de transportaros cien años atrás.

Sus enormes estanterías de madera llenas de libros llegan hasta el techo y una preciosa escalera de madera labrada reina en el centro del local. La vidriera del techo proyecta luz natural. Con todo esto, no es difícil imaginar por qué se eligió como escenario para rodar varias escenas para la película Harry Potter.








Uno de los edificios religiosos más importantes de Oporto es la Catedral de la Sé. Fue construida en la parte más alta de la ciudad, en el barrio de Batalha, junto a las murallas que tiempo atrás protegieron la ciudad. El exterior del edificio tiene un aspecto de fortaleza con almenas.
Catedral de la Sé, Oporto
Interior de la Estación de San Bento, Oporto
Cercano a la Sé, se encuentra el popular barrio Do Barredo, donde podréis ver ropa tendida al sol, cientos de gatos ociosos y fachadas descascarilladas. La esencia de Oporto. Los lavaderos públicos están todavía en uso y mientras paseábamos por el barrio pudimos dar fe de ello. 
Cinnamon Tales
A poca distancia de la Catedral, está la Estación de tren de San Bento, construida a principios del Siglo IX sobre los restos del antiguo convento de San Bento del Ave María. Su fachada es bonita pero la verdadera joya se encuentra en su interior. Se trata de un hall decorado con más de 20.000 azulejos en los que se retrata la historia de Portugal.

A pocos metros de la estación se encuentra la Plaza de la Libertad, de la que sabe en uno de sus lados la Avenida de los Aliados, una calle llena de edificios modernistas de principio del siglo XX como el Ayuntamiento o algunos bancos.
En esta avenida hay un McDonalds que mantiene su peculiar decoración modernista. Merece la pena entrar, aunque sea sólo para echar un vistazo.
Mercado Do Bolhao, Oporto

Cerca de esta avenida se encuentra una de las zonas más populares: el Mercado do Bolhao, donde desde 1914 se vende carne, pescado, fruta, flores y muchos otros productos. En el interior de este inmenso y decadente edificio se conserva la esencia de Oporto.
Nosotras cuando llegamos ya estaban cerrando y tan sólo quedaban unos pocos puestos de flores artificiales y cestos de mimbre.


Cinnamon Tales
Aunque tenga un aspecto de dejadez absoluta y literalmente se caiga a trozos, este mercado es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad y merece la pena visitarlo para poder disfrutar del ambiente de nostalgia que envuelve su patio central.
Subiendo en dirección contraria a la Torre de los Clérigos, se sitúa la Rua Catalina. Es una de las principales calles comerciales de la ciudad y donde podréis encontrar multitud de cafeterías donde descansar y tomar un café. Nosotras fuimos al Café Majestic, un elegante café de los años 20 que conserva la esencia de la Belle Epoque. Fue un lugar de reunión de importantes personajes de la época y aunque durante algún tiempo cayó en el abandono, fue recuperado y declarado patrimonio cultural. Como es bastante popular, los precios son bastante elevados, pero merece la pena aunque sea tomarse un café en sus bonitas sillas.
Otro punto indispensable que visitar es la Ribeira. Aunque sea sólo por pasear por la orilla del Duero bien merece la pena el viaje. A mí me pareció un lugar muy romántico, con ese aire de nostalgia que, en mi opinión, siempre tienen las ciudades con agua.
Una vez allí, nosotras tomamos un barco que nos hizo un recorrido a lo largo del río donde pudimos disfrutar de unas vistas diferentes de toda la ciudad. Si os hace buen tiempo, os  recomiendo encarecidamente que hagáis lo mismo y toméis un  crucero . Hay muchas compañías y el precio medio suele estar en los 10€. Si queréis, os puede dejar en la otra orilla del río donde se encuentra una razón más para visitar Oporto: sus bodegas. ¿Quién no conoce el famoso vino de Oporto?
Son muchas las bodegas que podéis visitar y normalmente se ofrecen tours combinados de 2 ó tres bodegas por unos 9€. Aunque no seáis unos grandes amantes de este tipo de vinos (oporto), merece la pena visitar al menos una de ellas.

La Ribeira, Oporto
En cuanto a las comidas, lo cierto es que aunque no lo planeamos así, fue un fin de semana de lo más gastronómico. Por el puerto, pudimos disfrutar de una caldereta de arroz con marisco que estaba exquisita. A pesar de ser un lugar bastante turístico, nos pareció muy correcta la relación calidad/precio. Además, como hizo buen tiempo, pudimos disfrutar de la comida en una de las terrazas que daban a las empedradas calles. Hay multitud de restaurantes por la Ribeira, nosotras simplemente escogimos uno al azar y acertamos. Es bastante famoso Chez Lapin, aunque al final no entramos.

Otro de los días fuimos a un restaurante que nos recomendaron en el hostal, Churrasqueira Papagaio. Comimos muy bien y por poco dinero. El pescado estaba delicioso (y soy muy exigente en este aspecto) y los postres también. Salimos todas encantadas con lo que os lo recomiendo totalmente. El ambiente es distendido, principalmente con gente jóven. Eso sí, no vimos ningún turista, lo cual en principio, siempre es una buena señal.
Cinnamon Tales
Ah, se me olvidaba! si vais a Oporto no podéis dejar de probar una Francesinha, una especie de sandwich relleno de todo lo que tienen en la cocina cubierto por una salsa de tomate. Aunque no se puede decir que sea una delicatesen, por lo menos hay que probar uno. Casi todas las cafeterías lo tienen en su menú pero es mejor que huyáis de las zonas turísticas y os adentréis en un barrio menos transitado, la calidad será mejor y el precio mucho más barato. Pero eso si, id con hambre porque llena bastante.

¿Y cómo no os iba a hablar de postres! :D Como en cuanto al dulce soy algo especial, el que más gustó fue la Baba de Camello, una especie de dulce de leche típico en todo Portugal y que a mí me pareció una auténtica delicia. Si tenéis oportunidad no dejéis de probarlo, es una bomba calórica pero está de muerte...

Por último, sólo me queda hablar del tema "shopping". En el hostal nos recomendaron un centro comercial con tiendas de jóvenes diseñadores que estaba cerca de la Iglesia do Carmo. Es conocido como CCB (Centro Comercial Bombarda) y se encuentra en la rua Miguel Bombarda. Allí podéis encontrar desde ropa hasta artículo de artesanía, pasando por un café cosmopolita y un restaurante orgánico. Nosotras comimos en este último. Tiene una terraza y si el tiempo lo permite, se puede comer fuera. Hay que coger primero el plato y elegir entre un menú fijo de un plato principal y postre. La verdad es que las raciones eran muy abundantes y estaba todo buenísimo. Es una buena elección para comer si estás por la zona de Carmo.

Además, si os gusta el arte, deberéis saber que esta rua donde está el CCB es una de las calles europeas con más galerías de arte y multiespacios vanguardistas por metro cuadrado.
Y bueno, esto es lo que nos dio tiempo a disfrutar en 48 horas, no está mal ¿no?. Volvimos todas a Madrid como nuevas habiendo disfrutado de un gran fin de semana. Os animo a todos a que vayáis, si es que no lo conocéis ya. Estoy segura de que os va a gustar tanto como a nosotras. Es una ciudad para descubrir y saborear al máximo con los 5 sentidos:
Vista: desde la Ribeira, ver el sol poniéndose sobre el Duero. 

Oído: el sonido del tranvía bajando por las empinadas cuestas.

Olfato: al entrar a las bodegas, el olor a madera vieja y vino de oporto.

Gusto: el sabor de un buen pescado a la brasa.

Tacto: el tacto frío de los azulejos azules que adornan las fachadas de la ciudad. Iglesia do Carmo, Oporto

sábado, 12 de noviembre de 2011

Raspberry loaf


Cinnamon Tales
Durante mi viaje a EEUU de este verano, además de adornos y esencias para añadir a mis tartas, traje multitud de revistas de cocina. Tras la quinta revista, Álvaro ya me comenzó a mirar mal (cree que empiezo a convertir esto de la repostería en una obsesión... esto no se lo digo a él,  pero un poco de razón ya tiene!:D)
Y es que ¿¿¿cómo podía resistirme a comprar los cientos de revistas de cocina con esos deliciosos y vistosos pasteles en sus portadas???
Pues bien, en una de esas revistas llamada "Fall Baking" (ah! qué bien suena!!) en la que hay un montón de recetas que estoy deseando probar, encontré esta receta de pan de frambuesas dulce que en cuanto la leí, supe que no tardaría mucho en hacerla.
Al ser americana, las medidas son con "cups". Yo utilizo un medidor que compré en Ikea pero en cualquier "chino" que tengáis cerca también lo tienen.
Una vez aclarado esto, os escribo la receta que es muy fácil.

Ingredientes:
2 cups de harina de trigo (normal, no de repostería)
1 cup de azúcar blanco
2 cucharaditas de levadura química
1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
1/2 cucharadita de sal
2 huevos
1/2 cup de leche
1/2 cup de mantequilla derretida
3/4 cup de frambuesas (si no tenéis frambuesas le podéis añadir fresas, arándanos, moras...)

Preparación:
Precalentamos el horno a 175ºC y engrasamos un molde alargado tipo plum-cake. Se puede hacer en otro tipo de molde, pero con uno alargado obtendremos la forma de pan de molde.
Cinnamon Tales
En un bol mezclamos los ingredientes secos: la harina, la levadura, la sal y el azúcar. En otro bol batimos los huevos y les incorporamos la leche y la mantequilla.
Poco a poco, mezclamos los ingredientes líquidos con los secos hasta que estén bien integrados. Deberá quedar una masa algo espesa.
Con la ayuda de una espátula incorporamos las frambuesas suavemente. Vertimos la masa en el molde que hemos preparado y horneamos durante 65-70 minutos hasta que veamos que esté doradito.
Hacemos la prueba del palillo para comprobar que está bien hecho y dejamos enfriar.
Cinnamon Tales
Cuando esté completamente frío desmoldamos y ya tenemos un rico desayuno listo para disfrutarlo.
Se puede tomar sólo o acompañado con un poco de mermelada.
Cinnamon Tales

sábado, 5 de noviembre de 2011

Cupcakes de Frambuesa

Cinnamon Tales
Lo confieso: yo también he caído en la obsesión por los cupcakes. Estos pequeños pastelitos se han puesto muy de moda últimamente. Las tiendas que los venden proliferan por toda la ciudad ofreciendo cupcakes con todo tipo de temática y colorido. Lo cierto es que estéticamente, no se puede negar que sean bonitos. Ahora eso si, son una auténtica bomba calórica. Normalmente lo llamativo y atractivo de un cupcake es el glaseado que lleva. Sin embargo, este glaseado es para mi el mayor inconveniente que tienen, ya que sanos lo que se dice sanos no son. Además, su sabor es como comer azúcar mantecoso y es que la base de este famoso glaseado conocido como "buttercream" es el azúcar (mucho azúcar) y la mantequilla.
Bueno, el caso es que como no me gusta nada el sabor del glaseado, lo he sustituído en este caso por una suave cobertura chocolate negro y como no, un frosting de queso.
Puede que no queden tan bonitos como otros cupcakes que se ven por ahí, pero en mi opinión están mucho más ricos.

Ingredientes:
110 gr. mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
180 gr. azúcar blanquilla
2 huevos grandes, preferiblemente orgánicos
125 gr. harina con levadura, tamizada
120 gr. harina todo uso, tamizada
125 ml. leche semidesnatada a temperatura ambiente
1 cucharada de extracto de vainilla
3 cucharadas de mermelada de frambuesa

Preparación:
Precalentamos el horno a 180º y preparamos una bandeja de muffins con capacillos de papel del tamaño correspondiente.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que blanquee, el azúcar se haya disuelto totalmente y consigamos una mezcla cremosa más o menos unos de 5 a 7 minutos.
Incorporamos los huevos uno a uno. Mezclamos y tamizamos las dos harinas en un bol aparte. En una jarra mezclamos la leche junto con el extracto de vainilla. Añadimos una tercera parte de la harina a la mezcla de la mantequilla y batimos bien. Añadimos una tercera parte de la leche junto con el extracto de vainilla que teníamos reservado en la jarra y batimos bien.

Cinnamon Tales
Repetimos estos pasos hasta que hayamos añadido toda la leche y la harina.
Cuidadosamente añadimos las tres cucharadas de mermelada y la mezclaremos con la masa, pero que no quede totalmente incorporada. La idea es que queden restos de mermelada en la masa.
Con una cuchara echamos la masa sobre los capacillos de papel que teníamos preparados en la bandeja de los muffins, y los llenamos a 2/3 de su capacidad.

Cinnamon Tales
Horneamos durante 25 minutos en el horno precalentado o hasta que hayan subido ligeramente y estén doraditos.
Retiramos la bandeja del horno y dejamos los cupcakes enfriar durante 10 minutos dentro de la bandeja. Pasado este tiempo los sacamos cuidadosamente y los dejamos enfriar sobre una rejilla.

Cinnamon Tales
Hacemos un pequeño agujero en el centro de cada muffin y lo rellenamos con mermelada de frambuesa. Tapamos y cubrimos con el frosting de queso y la cobertura de chocolate.
Cinnamon Tales

Para la receta del frosting tenéis aquí el link. Me he limitado a añadir un poco de colorante líquido rojo para darle un poco de color. Aunque otra forma más sana es añadiendo al frosting 4 o 5 frambuesas y así lo teñirán de rosa.

Para la cobertura de chocolate, simplemente en un cazo al baño maría derretimos chocolate para postres con un poco de mantequilla hasta que tenga una consistencia cremosa.