Lemon-Poppy Seed Bread (Pan de Semillas de Amapola y Limón)

Cinnamon Tales

La primera vez que vi semillas de amapola en un postre fue en Alemania. Allí se utilizan mucho para hacer todo tipo de pasteles y panes. Mi favorito es el "Mohnkuchen", una especie de strudel pero relleno de una pasta hecha a base de semillas de amapola. Tiene un sabor muy peculiar que sorprende al primer bocado.

Era mi desayuno predilecto de los domingos. Nada más levantarme, cogía mi bicicleta y me acercaba a una Bäckerei (panadería) que había a unos 15 minutos de mi casa para comprarme un trocito de este delicioso pastel.

Desde entonces, como suele ocurrir, veo que estas semillas se utilizan más de lo que pensaba. En los cafés Starbucks puedes probarlas en unas ricas muffins de limón y en algunos supermercados tipo Aldi, venden unos panecillos precocidos hechos con ellas.

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Se venden normalmente en herbolarios o en algunos supermercados ecológicos. Además, son muy saludables y  constituyen una fuente de medicina natural, debido al papel que tienen como calmante nervioso del organismo. Por este motivo su uso es muy recomendado en épocas de estrés. ¿Qué mejor forma de vencer al estrés que con un delicioso bizcocho?

Ingredientes:

2 cups harina
1 cup azúcar blanco
2 cucharaditas de levadura química
1/2 cucharadita de sal
1 huevo
1 cup leche
1/4 cup aceite de girasol
1 cucharadita de piel de limón rallada
2 cucharadas de zumo de limón
1 cucharada de semillas de amapola

Elaboración:

Precalentamos el horno a 175ºC y engrasamos un molde rectangular de 20 centímetros de largo con mantequilla.

En un bol aparte mezclamos la harina, la levadura, la sal y el azúcar. Hacemos un pequeño hueco en el centro y reservamos.

En otro bol batimos el huevo con la leche. Añadimos el aceite, la piel y el zumo de limón y las semillas de amapola.

Poco a poco, vertimos esta mezcla sobre los ingredientes secos y mezclamos suavemente sin batir demasiado.

Rellenamos el molde que habíamos preparado con esta masa y horneamos durante 50 ó 55 minutos hasta que veamos que la superficie esté doradita.

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Una vez listo, sacamos y dejamos enfriar. Desmoldamos sólo cuando está prácticamente frío y ya tenemos nuestro pan de limón para poder disfrutar de un rico desayuno.

Se puede tomar así, solo pero con un poco de mantequilla y mermelada está buenísimo! Yo he desayunado esta mañana con un poco de la mermelada de moras casera que hice el pasado mes de septiembre.

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Muffins de Manzana y Canela

Ya sabéis lo mucho que me gusta la canela... así que en cuanto he tenido un ratito libre me he puesto manos a la obra para preparar unas deliciosas muffins de manzana y esta maravillosa especia. Llevaba tiempo queriéndolas hacer, pero últimamente he optado por combinaciones mucho más ... exóticas?? Aunque la manzana no sea una de mis frutas favoritas, en postres la verdad es que está riquísima y la canela le va que ni pintada. Además, es una gozada el olor que desprenden al hornearse... casi navideño, diría yo.

Los ingredientes son muy comunes y seguro que los tenéis por casa y el resultado son unas magdalena muy pero que muy esponjosas y con un sabor buenísimo. Pero por si todavía no os he convencido para que las probéis, os comentaré un par de cosillas sobre la canela y sus beneficios. Seguro que después de leerlos, estaréis deseando probarlas.

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Y es que son muchas las propiedades y beneficios que la canela tiene para nuestra salud, ayudando en el tratamiento de las más diversas dolencias (o por lo menos eso dice Wikipedia).
Son conocidas sus propiedades contra las enfermedades respiratorias por su riqueza en propiedades antibacterianas, siendo especialmente indicada contra la bronquitis, los resfriados y la tos. ¡Es perfecta para esta época del año!
Entre otras muchas de sus propiedades, ayuda a mejorar la circulación y aumenta la temperatura corporal, por lo que mejora las condiciones de los pacientes que sufren cuando hace mucho frío. También es buena para los dolores durante la menstruación.

Así que estas muffins son perfectas para combatir el frío que está haciendo estos días por toda España. Ah!y si os da algún remordimiento por el tema del dulce... la canela es buena para adelgazar ya que ayuda a que el exceso de hidratos de carbono se acabe convirtiendo en ácidos grasos... No es que estas muffins nos vayan a hacer más delgadas... pero seguro que son mucho más sanas que otras que podáis comer fuera de casa. Además, como llevan también manzana, la cantidad de azúcar se puede reducir.

Bueno, ¿os he convencido? Espero que si y disfrutéis como lo hemos hecho nosotros en casa.

Aquí os dejo la receta. 

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Ingredientes:

125 gr de mantequilla reblandecida a temperatura ambiente

120 gr de azúcar moreno (yo le puse algo menos porque no me gustan tan dulces)

2 huevos

125 gr de harina con levadura incorporada

2 cucharadas de leche

1 cucharadita de canela

1 manzana Reineta (son las que yo uso, pues son mis preferidas, pero podéis usar Golden si lo preferís)

Elaboración:

Precalentamos el horno a 190º y preparamos mientras una bandeja de muffins con moldes de papel, o si no tenéis, con moldes para muffins de silicona.

Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que blanquee y consigamos así una mezcla cremosa. Recordad que este paso es muy importante, ya que aporta esponojosidad al bizcocho. Incorporamos después, los huevos uno a uno y batimos bien.

En otro bol aparte tamizamos la harina con la canela y las vamos añadiendo poco a poco a la mezcla líquida batiendo con suavidad hasta que todos los ingredientes queden bien incorporados. Echamos por último, las dos cucharadas de leche.

Rellenamos los moldes con la masa cubriendo hasta 3/4 de su capacidad. Pelamos la manzana y la cortamos en daditos. Repartimos los trocitos en cada muffin sin presionar para que no se vayan hacia abajo durante el horneado.

Metemos en el horno y los dejamos durante unos 15 ó 20 minutos. Una vez listos, sacamos del horno y los dejamos en friar completamente. Están riquísimos y la manzana queda como una especie de compota al haberse "derretido" en el horno. Por no hablar de la deliciosa combinación de la canela y la manzana. Sin duda una gran forma de empezar el día!

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Bizcocho de leche condensada

Este ha sido el primer fin de semana desde noviembre que he podido disfrutar de Madrid. Después de estas ajetreadas semanas, lo único que me apetecía era disfrutar de mi casa y de los míos. Además con este frío....¿quién tiene ganas de estar en la calle? Tras tantas semanas alejada de la cocina, lo cierto es que me ha costado un poco decidir qué hacer. Entonces me he acordado de esta receta y me ha parecido una gran idea  para así poder desayunar como una reina mañana en nuestra mini-terraza (con una mantita claro...)

No hay nada mejor para empezar el día que una taza de café, un trocito de bizcocho casero y un buen libro. Y este es precisamente este tipo de bizcochos que apetece tomar para desayunar. A mí me recuerda a los bizcochos de pueblo, los que solían hacer nuestras abuelas y que nos daban para merendar con un vaso de leche (como sustituto de la típica rebanada de pan con mantequilla y azúcar que estaba igualmente deliciosa...)



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Se trata una mezcla de una receta que vi en "La lechera" y el clásico bizcocho de yogur. El resultado es un bizcocho algo más consistente que el que suelo hacer a base de agua, pero para nada seco. Y si os gusta la leche condensada... ¡éste es sin duda vuestro bizcocho!

Ingredientes:

• 1 yogur
• 1/2 vasito de yogur de mantequilla
• 1 vasito de azúcar
• 3 vasitos de harina
• 1 vasito de leche condensada
• 1 cucharadita de azúcar vainillado
• 3 huevos grandes
• 1 sobre de levadura

Elaboración:

Como siempre, ponemos a precalentar el horno a 180º.

Mientras, en un bol mezclamos el yogur con los huevos, la mantequilla, el azúcar y la leche condensada.

Batimos bien hasta que los ingredientes queden bien integrados e incorporamos la harina y la levadura. Yo suelo batir siempre las masas con la ayuda de unas varillas, pero si no os apetece gastar energía, podéis hacerlo con una batidora. Deberá quedar una mezcla homogénea y sin grumos.

Engrasamos un molde de 20 cm de diámetro con mantequilla y vertemos en él la masa del bizcocho.

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Introducimos en el horno y dejamos que se haga durante 45 minutos a 175º hasta que veamos que la parte de arriba queda bien doradita. Hacemos la prueba del palillo para comprobar que está bien hecho y sacamos de horno. Como os decía antes, es un bizcocho perfecto para desayunar. 

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Para darle el toque final, podemos espolvorear un poco de azúcar glas por encima.
¡Espero que os guste y que disfrutéis de un domingo genial!