Esta tarta es una versión del Carrot Cake pero incorporándole manzanas. Lo cierto es que la combinación es perfecta y le otorga a la tarta una consistencia húmeda y sabrosa ideal para los calurosos días de verano. Para culminar esta harmoniosa mezcla de sabores, la tarta lleva un frosting de limón que le va que ni pintado. Si os gustó la Tarta de Zanahoria, no dejéis de probar esta versión pues estoy segura que os va a parecer incluso mejor que la original.
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| Cinnamon Tales |
Para la tarta:
300 g zanahorias
150 g manzanas reineta peladas
150 g mantequilla a temperatura ambiente
100 g azúcar moreno
100 g azúcar blanco
3 huevos
3 cucharaditas de levadura química
1 cucharadita de jengibre (opcional)
1 1/2 cucharadita de canela
180 g harina
Para el frosting:
250 g queso cremoso tipo philadelphia
zumo de un limón y su corteza
50 g azúcar glas
Precalentamos el horno a 150º C
Rallamos las manzanas y las zanahorias finamente con un rallador de queso y reservamos. En un bol grande la mantequilla y el azúcar y batimos enérgicamente hasta que la masa esté espumosa. Añadimos entonces los huevos y continuamos batiendo hasta que estén totalmente incorporados.
En un bol aparte combinamos la harina con la levadura, la canela y el jengibre. Incorporamos estos ingredientes secos a la masa y batimos hasta que estén bien integrados en la masa. Por último, le añadimos la manzana y zanahoria ralladas y mezclamos bien está obtener una masa homogénea.
zumo de un limón y su corteza
50 g azúcar glas
Precalentamos el horno a 150º C
Rallamos las manzanas y las zanahorias finamente con un rallador de queso y reservamos. En un bol grande la mantequilla y el azúcar y batimos enérgicamente hasta que la masa esté espumosa. Añadimos entonces los huevos y continuamos batiendo hasta que estén totalmente incorporados.
En un bol aparte combinamos la harina con la levadura, la canela y el jengibre. Incorporamos estos ingredientes secos a la masa y batimos hasta que estén bien integrados en la masa. Por último, le añadimos la manzana y zanahoria ralladas y mezclamos bien está obtener una masa homogénea.
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Dejamos enfriar y mientras preparamos el "frosting". Para ello combinamos todos los ingredientes en un bol y batimos con un batidor eléctrico hasta obtener una crema. Lo dejamos enfriar 30 minutos en la nevera y cuando la tarta esté completamente fría, extendemos el "frosting" cubriendo la superficie completamente. Adornamos con ralladura de limón o con una rodaja en el centro... como más os guste. ¡Que la disfrutéis!
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