Cinnamon Tales: Bizcocho de Romero

Cinnamon Tales

Parece que el calor ha llegado oficialmente a Madrid... Como sigamos así, este verano va a ser muy largo... Y es que a pesar de llegar tanto años en Madrid, creo que no me voy a acostumbrar nunca a vivir con 33 grados... Con lo bien que se está en el norte, abrigadita a las noches con una chaqueta y durmiendo con manta :) En fin, queda ya poco para las vacaciones, no?? Por cierto, ya tenéis pensado dónde iréis este verano? Nosotros tras pasar por múltiples destinos (soñando ilusamente claro...), al final hemos decidido ir a Bulgaria. Es un país que siempre ha tenido papeletas para irnos, pero al final, siempre nos decantábamos por otro lugar. Así que este año por fin vamos.

Tengo muchas ganas y tiene pinta de ser un país súper interesante, rico en historia y con una naturaleza espectacular... Ya os contaré a mi vuelta.

Bueno, vamos al grano. Hoy os traigo un bizcocho algo diferente pero no por ello menos sabroso. Y es que me apetecía un bizcocho para desayunar, pero quería probar algo distinto esta vez...

Cinnamon Tales

Ingredientes:
172 gr de harina de trigo
62 gr de harina de repostería
½ cucharadita de levadura química
½ cucharadita de sal
113 gr de mantequilla
220 gr de azúcar blanco
20 gr de romero
1 ½ cucharadita de extracto de vainilla
2 huevos
118 ml de leche

Elaboración:

Para empezar, precalentamos como siempre el horno a 175º C y engrasamos un molde rectangular con mantequilla.

En un bol mezclamos la harina, la levadura y la sal. Batimos por otro lado la mantequilla restante con el azúcar hasta que quede una textura cremosa y le añadimos los huevos de uno en uno, batiendo bien. Echemos el extracto de vainilla y el romero. Incorporamos por último los ingredientes secos alternándolos con la leche. Deberemos asegurarnos de que todos los ingredientes queden bien integrados en la masa.

Vertimos en el molde y horneamos durante 50 minutos aproximadamente, dependiendo del horno. Hacemos la prueba del palillo y si sale limpio, el bizcocho estará listo. Sacamos del horno y dejamos enfriar 10 minutos. Yo le he puesto un glaseado de limón y azúcar para realzar el sabor. Es la combinación perfecta para el romero. Aquí os dejo una foto del corte para que veáis lo jugoso que queda. Insisto, está buenísimo