martes, 13 de septiembre de 2011

Rumania, tras los pasos de Vlad (II parte)

Piata Mare, Sibiu
Dejamos atrás los Cárpatos para adentramos en las tierras sajonas de Transilvania. Tres son las principales ciudades dentro de esta región que sin duda merecen la pena ser visitadas: Sibiu, Sighişoara y Braşov.
La primera con sus peculiares casas que simulan “párpados” tiene una influencia claramente germana que se puede observar por toda la ciudad.



Muchos de los nombres de las calles o edificios están en alemán e incluso lo hablan como segundo idioma sin problemas.
Esta ciudad nos sorprendió gratamente. Como era verano, las terrazas estaban llenas incluso de noche y el ambiente era muy alegre. 
Piata Mare, Sibiu
Los edificios son preciosos, allá donde miráramos había algún detalle peculiar que llamaba nuestra atención.
Nos alojamos en Casa Luxemburg que está justo en una de las plazas principales. Tienen dos edificios, uno de ellos del siglo XIII perfectamente reformado con todas las comodidades. La habitación era enorme y muy limpia y la construcción tenía mucho encanto con las vigas de madera al descubierto.
Vistas desde la Catedral, Sibiu
Justo detrás del hotel, en la plaza grande (Piaţa Huet) se encuentra la Iglesia Evangelista de estilo gótico construída entre 1300 y 1520. Dentro está el órgano más grande de Rumanía con 6.002 tubos. 
Iglesia Negra, Sibiu


Iglesia Negra, Sibiu
También se halla la tumba de Mihnea Vodă cel Rău, un supuesto hijo de Vlad Tepeş. Se puede acceder además a una de las torres para así poder admirar las vistas de toda la ciudad.
No lejos de la iglesia, está el “Puente de hierro” de 1859 popularmente conocido como el puente de los mentirosos ya que en él comerciaban pícaros comerciantes y los amantes se juraban amor “eterno”.


Puente de los mentirosos, Sibiu
Las murallas de la ciudad se construyeron durante el siglo XVI y cada una de sus 39 torres estaba protegida por un gremio.
Capital de la cultura europea en 2007, durante todo el año tienen lugar diversos festivales y actividades culturales.


Sighişoara es famosa por ser la ciudad que vio nacer a Vlad Tepeş, pero esta ciudadela medieval es mucho más que eso. Esta ciudad amurallada tiene tanto o más encanto que la anterior.

Vistas desde la Torre del Reloj, Sighişoara
Nada más entrar en la ciudadela, hay que pasar por debajo de la Torre del Reloj construida en 1280 y que antiguamente era el ayuntamiento. El reloj data de 1648 y representa las figuras del Partenón griego. Justo debajo se encuentra el museo de tortura y el de armas medievales.
Una escalinata cubierta de 172 peldaños construida en 1642 lleva a una iglesia gótica luterana de mediados del siglo XVI.
Sighişoara
 Aquí nos alojamos en Casa Wagner, un bed-and.breakfast muy bonito en una casona del siglo XV que da a la plaza central. También tienen un restaurante en el que se cena bastante bien por unos 15 euros. (dos personas).
Tras dos días por tierras sajonas nos dirigimos hacia Bucovina para visitar los famosos monasterios pintados. Para ello nos atravesamos el resto del país por carreteras secundarias que atravesaban pueblos por los que parecía que el tiempo se había detenido.

Camino a Bucovina

Según nos íbamos acercando a la frontera norte del país, las carreteras y los pueblos que nos encontrábamos por el camino eran cada vez más rurales y pobres. Es la zona más necesitada del país, pero quizás la más bonita.
De camino visitamos las iglesias fortificadas sajonas. Algunas de estas iglesias estan en medio del pueblo como medio abandonadas, lo que las hacía resultar mucho más evocadoras.


Cinnamon Tales

En el siglo XII, como medida repobladora, se invitó a los francos de la región oeste de la actual Alemania a que vinieran a este lugar a instalarse. En los siglos XV y XVI, debido a los continuos ataques turcos, los asentamientos se protegieron con murallas alrededor de las ciudades y fortificaron las iglesias. Se construyeron además torres defensivas en ellas a modo de torres vigías.


Cinnamon Tales

Biertan es un buen ejemplo de este tipo de construcciones, pero hay varias salteadas por todo el territorio sajón.

Biertan
Después de pasar la tarde disfrutando de estos pueblecitos espectaculares, nos dirigimos hacia Bucovina atravesándo el Barranco de Bicaz y Lacu Roşu. La naturaleza aqui tiene una fuerza que quita el aliento. El barranco de Bicaz es un buen ejemplo de ello. La carretera se abre sinuosa a través de este barranco durante más de 5 km, alcanzando su punto álgido en un corto tramo conocido como el "Cuello del infierno". Es un paisaje natural digno de contemplar y una de las escenas que más nos gusto de nuestro viaje.
Cinnamon Tales


Cinnamon Tales
Poco antes de introducirnos en la boca de este barranco, un enorme y misterioso lago apareció ante nuestros ojos, el lago rojo o "Lacu Roşu". Es llamado así porque a finales del siglo XIX unas aguas torrenciales acabaron con la vida de unos turistas que se encontraban de picnic en la orilla del lago. Según cuenta la leyenda, el peculiar color del lago es debido a la sangre de estos desgraciados "domingueros".
Recuerdo de esta repentina subida de las aguas son las decenas de árboles que quedaron enterrados bajo ellas y de los que ahora sólo quedan unos pocos centímetros a la vista.
Lacu Roşu, Rumania
Casi anocheciendo y tras atravesar un par de fábricas abandonadas tras el colapso comunista, llegamos a Vama, nuestro campamento base para visitar los famosos monasterios pintados de Bucovina.

Monasterios de Bucovina
Habíamos reservado habitación por internet en una casa de huéspedes. La familia era muy amable y las habitaciones pequeñas pero cómodas. La leche, huevos y mantequilla que te servían en el desayuno eran de elaboración totalmente casera. La vaca y las gallinas estaban justo detrás de la casa. La habitación nos costó unos 35€.
Monasterios de Bucovina

Monasterios de Bucovina
La entrada a los monasterios cuesta 2€ más o menos y la verdad es que son muy bonitos. Están muy bien conservados gracias a las recientes restauraciones que los fondos europeos han subvencionado. Nosotros visitamos 4 de ellos, el de Suceviţa, Moldoviţa, Humor y Voroneţ. La mayoría de estos monasterios fueron construidos cuando el norte de Moldavia se encontraba ocupado por los turcos. Es por ello que construyeron estas iglesias fortificadas donde se ocultaban pequeñas armadas populares, preparándose para luchar.
Monasterios de Bucovina
En la actualidad, estos monasterios constituyen uno de los puntos de peregrinaje rumana por excelencia. A sus capillas, principalmente los domingos, acuden a rezar muchas personas.
Uno de los días cenamos en una pensión que estaba cerca del monasterio de Humor, en Gura Humorului. Se llama Pensiunea Lions , con un restaurante muy agradable y una bonita terraza. Cenamos estupendamente por menos de 10€ entre los dos. Os recomiendo que durante vuestra estancia en Rumanía probéis los platos típicos de este país ya que son una delicia. Especialmente nos gustó el "sarmale" que es un rollo de carne de cerdo con verduras y arroz envuelto en una hoja de col y acompañado, como no, de polenta. En realidad es un plato muy mediterráneo y hay platos similares con pequeñas variaciones en Bulgaria, Líbano o incluso Marruecos. 
Braşov, Rumanía
Tras un par de días estupendos en Bucovina bajamos hacia Valaquia para visitar la ciudad de Braşov.
El centro de Braşov es peatonal, elegante y lleno de tiendas de estilo occidental: restaurantes, grandes almacenes, librerías bien surtidas, heladerías, boutiques... y una plaza mayor presidida por el antiguo ayuntamiento y rodeada de terrazas al aire libre que invitan a sentarse y ver pasar a la gente.

Braşov, Rumanía

Hay muchas terracitas muy bien puestas con balancines o columpios en lugar de sillas, flores y velas adornando las mesas.
A los lados de la calle Republicii se pueden admirar las hermosas fachadas barrocas que lleva a la Piata Sfatului (Plaza del Consejo). Para saborear el ambiente medieval que impregna el lugar, no hay nada mejor que sentarse en cualquiera de los numerosos cafés de la zona con vistas a la torre del Ayuntamiento y degustar una famosa limonada rumana. ¡Todo un descubrimiento en nuestro viaje!
En el centro de la Piata Sfatului se levanta dominante la Casa Sfatului. A principios del siglo XV acogió el gremio de curtidores y posteriormente el consejo de los cien ediles, de donde ha derivado su actual nombre.
A escasos metro de esta plaza está la iglesia Negra, que preside la ciudad. Fue construida entre 1383 y 1477 en estilo gótico pero fue destruida en gran parte durante la primera invasión turca de 1421. En 1689 recibió su nombre actual después del gran incendio que devastó la ciudad y cuyo humo y llamas ennegrecieron sus paredes. Con una longitud de 89 metros, es el edificio religioso más grande entre Viena y Estambul. Los pórticos en estilo gótico y las galerías en estilo barroco, las estatuillas, la pintura mural y asientos datan del final del siglo XVII y primera mitad del XVIII.
Los tapices de Anatolia de los siglos XVII - XVIII representan una de las más ricas colecciones de Europa. La iglesia posee además un órgano de 4.000 tubos, construido entre 1836 y 1839. Tuvimos suerte y nada más llegar pudimos acudir a un concierto de órgano que tiene lugar todos los martes a las 6 de la tarde

durante los meses de verano.
Braşov, Rumanía
Braşov está situada a los pies de una montaña por lo que existe un teleférico que te sube hasta un mirador en la cima desde el que puedes contemplar unas bonitas vistas de la ciudad. El precio no es muy caro y merece la pena el recorrido.

A un cuarto de hora en coche de Braşov se sitúa Raşnov, una ciudad campesina construida entre los siglos XIV y XVII sobre la cumbre de una roca que domina los alrededores.

Raşnov, Rumanía
Raşnov, Rumanía


En esta ciudad, existe un pozo que, según la leyenda, fue cavado por dos presos turcos a cambio de la promesa de ser liberados si encontraban agua. Los presos cavaron durante 19 años para alcanzar los 140 metros de profundidad del pozo y fueron liberados finalmente no se sabe si después del descubrimiento del agua.

 

Al día siguiente partimos hacia nuestro último destino, Bran, famosa por hallarse en ella el Castillo del Conde Drácula según la novela de Bram Stoker. En realidad, no hay evidencia alguna de que Vlad Tepes viviera allí, sino que como mucho pasó un par de días encerrado en una mazmorra cuando la zona estaba bajo el control otomano.
Bran, Rumanía
Fue construído en 1378 sobre la cumbre de una roca y fue una torre de defensa y control del camino comercial que conectaba la provincia Valaquia y Transilvania.
El castillo está situado en el pasillo Bran-Rucar, antigua carretera comercial y estratégica entre Transilvania y Valaquia. El muro de defensa se construyó en piedra calcárea bruta, por eso en las reparaciones que tiene hay algunos pedazos donde se añadieron algunos ladrillos.

Bran, Rumanía
Entre 1920 y 1930, el castillo albergó la residencia real que hizo algunas modificaciones y nuevas adaptaciones. En la visita guiada que ofrecen te van explicando cada una de las salas y la vida de las personas que no habitaron.
Como es un lugar tan famoso, es muy turístico y hay multitud de restaurantes, mercadillos y puestos callejeros preparados para el turista. la verdad, el contraste nos sorprendió bastante pues era como una de esas ciudades de vacaciones de España que el turismo masivo y sin controlar, ha ido deteriorando poco a poco, quitándole su parte de encanto. 
Para alojarse hay muchos hoteles y pensiones. Una de las noche cenamos en una especie de resort con piscinas, pistas de tenis y restaurantes que no tenía mala pinta. Nosotros nos alojamos en un hotel de 4 estrellas llamado Contele Vladimir que ponían muy bien en Booking. La verdad es que nos decepcionó un poco ya que las habitaciones eran grandes pero muy horteras, más bien parecía que estábamos en un club de alterne... El personal no fue muy amable y el desayuno empezaba a las 9 de la mañana, con lo que nosotros no pudimos comer nada el día de nuestra salida al aeropuerto. Yo particularmente no lo recomiendo, además el precio era exagerado comparado con el resto de hoteles en los que habíamos estado.

Más bonito pero igual de concurrido es el Castillo de Palas (residencia real) en Sinaia a unos pocos kilómetros de Bran. Para acceder a él hay que hacer una especie de peregrinaje con un camino repleto de puestecillos callejeros que venden artesanía de la zona, manteles y juguetes para los niños.
Sinaia, Rumanía

Sinaia, Rumanía
Merece la pena hacer una de las visitan guiadas en las que te cuentas un poco de la historia de la zona y de la realeza rumana. Nosotros no tuvimos más remedio que coger una guía en rumano...y la verdad es que como las palabras técnicas son "similares" al castellano algo pudimos entender. Por suerte, a mitad del recorrido, nos dijeron que iba a comenzar una visita en inglés y que nos podíamos unir a ella.

Y este fue nuestro viaje a Rumanía. Un viaje precioso lleno de buenos recuerdos y experiencias de lo más agradables. Si tengo que elegir algo, me quedo con la autenticidad de los lugares que hemos visitado y sus gentes. Espero que os haya gustado tanto como a nosotros y os animeis a visitar este maravilloso país.

2 comentarios:

  1. Increíble reseña, la verdad me a sido de mucha ayuda, maña vuelo de México rumbo a Bucarest, espero pasarla tan increíble como ustedes. Solo una pregunta ¿Cuántos días necesitaron para todo el recorrido, yo cuento con 6 días, ¿será suficiente?

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    Respuestas
    1. Hola Miguel!
      pues nosotros estuvimos un total de 9 días. En la zona de los monasterios estuvimos casi tres días ya que el viaje hasta allí es largo, así que a lo mejor no te da tiempo a llegar hasta allí. Pero la zona de Transilvania es impresionante y preciosa. Merece la pena sacrificar parte del viaje y disfrutar de esta región tranquilamente.
      Ya me contarás a la vuelta qué tal te fue!

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