domingo, 29 de abril de 2012

Bizcocho de Limón

¡Buenos y nublados días a todos! Parece que la lluvia nos va a dar esta mañana un respiro...Esperemos que no cambie de idea! Aunque por suerte todavía nos quedan 3 días más de fiesta para disfrutar de la calle y del buen tiempo (si es que el sol se digna a aparecer...)
Para aquellos que viváis en Madrid y os hayáis podido coger el lunes de fiesta, este fin de semana va a ser de los más largos del año.... ¡5 días nada menos! !Hay que aprovecharlos bien!
Cinnamon Tales
Nosotros hemos decido quedarnos en el último momento, total, iba a hacer igual de malo en Santander que aquí.... Pero en cambio, mi madre ha venido a visitarnos y de paso a conocer el nuevo piso. Como no tenía mucho tiempo antes de que llegara, he decidido hacer este bizcocho cuya elaboración dura poco más de 15 minutos. ¡Además, a mi madre le encanta el limón!
La receta es muy sencilla y los ingredientes como quien dice, de andar por casa. La única dificultad radica en que hay que seguir la receta al pié de la letra para que salga bien. He de admitir que este bizcocho se ha convertido sin duda en mi favorito para desayunar. Si os gusta el limón, os va a encantar ya que tiene un intenso sabor cítrico. 

Cinnamon Tales
Ingredientes:
150 gr harina
1 sobre levadura
180 gr azúcar blanco
2 huevos
160 ml zumo de limón
125 gr mantequilla

Preparación:
Precalentamos el horno a 180º C y engrasamos un molde alargado tipo plumcake con mantequilla.
En un bol, tamizamos la harina con la levadura.
Batimos la mantequilla con el azúcar en otro bol aparte y cuando obtengamos una masa cremosa, añadimos los huevos uno a uno. 
Entonces vamos incorporando los ingredientes secos con la ayuda de una espátula. Finalmente añadimos el zumo de limón. En este último paso, es muy importante que seamos rápidos. Os explico por qué. El limón al entrar en contacto con la levadura, creará una reacción química que provocará que comiencen a aparecer pequeñas burbujitas de dióxido de carbono en la masa. Esto se debe a que la levadura contiene bicarbonato sódico, el cual comienza a hacer efecto tan pronto como se humedece. Si esperamos demasiado desde que aparecen las primeras burbujas hasta que lo metemos en el horno, nuestro bizcocho no subirá y quedará con una textura apelmazada. 
Así que hay que añadir el limón y batir brevemente la masa, lo suficiente para que los ingredientes queden bien integrados. Volcamos en el molde y metemos rápidamente en el horno.  
Lo dejamos que se hornee durante 45 minutos y transcurrido este tiempo, con la ayuda de un palillo comprobaremos si está listo.  Si sale seco es que ya se puede sacar, de lo contrario lo dejamos un poquito más.
Cinnamon Tales
Mientras se enfría, vamos preparando el glaseado. Para ello necesitaremos 4 cucharadas de azúcar blanco y unos gotitas de zumo de limón. Mezclamos hasta que obtengamos una consistencia ligeramente cremosa para poder esparcirla por encima del bizcocho.
Cinnamon Tales
Aquí podéis ver la textura que tiene el bizcocho ... ¿no os encanta? y tiene un aroma maravilloso! Así que, ¿a qué estais esperando? Id corriendo a la cocina a preparar el vuestro :D
Cinnamon Tales
¡Feliz puente!

domingo, 15 de abril de 2012

Berlin, Berlin

A la tercera va la vencida. O eso dicen ¿no? Pues en mi caso ha sido así. 3 veces he intentado ir a Berlín pero sólo la última lo he conseguido. La primera vez se nos rompió el coche por el camino, la segunda tuve que anular el billete por temas personales… y por fin la tercera vez conseguí llegar sin ningún altercado!
Berlín se ha hecho esperar, pero no me ha decepcionado ni un ápice. Es una ciudad increíble que rezuma historia por los cuatro costados.
Nosotras estuvimos 4 días lo que es un poco ajustado para ver todo y disfrutar de ello sin prisas. Pero bueno, como es una ciudad extraordinaria, no importa dejarse cosas por visitar, ya que seguro que os quedaréis con ganas de volver.
La ciudad se divide en varios distritos, cada uno con su propio encanto aunque casi todos los puntos de interés se concentran en Mitte y Tiergarten. Lo mejor es alojarse en la zona Mitte que en alemán significa “medio, centro”. Allí se encuentra lo más emblemático y representativo de la ciudad, la Puerta de Brandenburgo, Alexanderplatz, la Isla de los Museos… además de una gran cantidad de comercios y restaurantes.

El transporte urbano es bastante bueno con lo que aunque la ciudad es grande, se hace muy manejable. El ticket de un sólo viaje cuesta 2,30€ y es válido para todos los medios de transporte público en Berlín que se agrupan bajo las siglas BVG e incluyen el tranvía, el cercanías, el metro, los autobuses etc... Existen también tarjetas de un día, 3 días o más. Tenéis toda la información en la página de la BVG.

Actualmente la capital alemana es un gran terreno en obras. Las grúas dominan el paisaje de la ciudad. Los mejores arquitectos del mundo construyen o reconstruyen toda una serie de edificios públicos y privados. Esto es una de las cosas que más nos ha llamado la atención. Es como si la ciudad siguiera aún desarrollándose y expandiéndose, con sus calles levantadas y edificios siendo contínuamente rehabilitados...
Todo lo acontecido durante el siglo XX sigue aún muy presente en  esta ciudad.  Más de un 50% de los edificios fueron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial. Tras la guerra, las Trümmerfrauen (mujeres escombradoras) se encargaron de salvar la mayoría de los ladrillos que se amontonaban por toda la ciudad y que posteriormente serían utilizados para reconstruir de manera fiel los edificios caídos. Paseando por sus calles y avenidas, apenas eres consciente de los destrozos que la guerra ocasionó ya que los edificios han sido reconstruídos tal y como eran antes de la década de los 30-40.
Pariser Platz, Berlin


Os recomiendo para el primer día, hacer un circuito guiado por el casco antiguo, ya que te da una visión general de la historia de la ciudad y sus principales atracciones. Luego siempre puedes volver a los sitios que te hayan gustado más. El tour comienza a las 11.00 de la mañana en la Puerta de Brandenburgo junto al Starbucks. Conviene ir unos 15-20 minutos antes, pues suele haber mucha gente y así te aseguras un hueco. En principio, el tour es gratuito aunque al final de la visita (que dura unas 4 horas a pié con un descanso de 30 minutos para comer) si te ha gustado le puedes dar al guía lo que consideres.
El tour enseña los lugares más representativos del centro histórico. Os comento los que nosotras vimos.


La Puerta de Brandenburgo (Brandenburger Tor) que es el símbolo de Berlín y se ubica en Pariser Platz, delimitando el inicio de Unter den Linden y del Tiergarten.
Es una antigua puerta de entrada a la ciudad. Se construyó entre 1788 y 1791 durante el reinado de Federico Guillermo II de Prusia y fue diseñada por Carl Gotthard Langhans. La escultura que corona la estructura es de cobre y mide unos 5 metros de alto. La Cuadriga representa a la diosa de la Victoria en un carro tirado por caballos en dirección a la ciudad. Es obra de Johann Gottfried Schadow.
En 1806 fue retirada por el ejército de Napoleón quien se la llevó a París como trofeo y la retuvo varios años. Tras la caída de Napoleón, en 1814 fue devuelta a la ciudad y fue restaurada, ahí fue cuando se le añadió la cruz de hierro diseñada por Schinkel.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la puerta sufrió severos daños y la Cuadriga quedó casi destruida. En 1956 se acordó reconstruir la Puerta y acordaron retirar de la Cuadriga el águila y la cruz de hierro por ser considerados símbolos del militarismo alemán. Con la construcción del Muro en 1961 quedó en tierra de nadie, no tenía acceso ni por el este ni por el oeste, sólo los guardias de la RDA tenían acceso. En 1991 tras la reunificación, la Cuadriga volvió a ser restaurada y se le volvieron a añadir el águila y la cruz de hierro.

El Monumento Al Holocausto: este monumento está dedicado a las víctimas judías del genocidio nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Está ubicado al sur de la Puerta de Brandenburgo y fue diseñado por Peter Eisenman. Se construyó entre 2003 y 2005 y está compuesto por 2.711 bloques de hormigón de diferentes tamaños que le dan una apariencia irregular.
Monumento al Holocausto, Berlin
Bajo el monumento en unas salas subterráneas se ubica el Centro de Información, donde se narra la persecución judía durante el Tercer Reich y el destino de personas y familias enteras. La entrada es gratuita.

El Búnker de Hitler que en la actualidad está enterrado completamente bajo un aparcamiento público. No se puede acceder a él y únicamente una placa recuerda el emplazamiento del lugar donde Hitler pasó sus últimas horas.
Búnker de Hitler, Berlin
El Checkpoint Charlie: por este nombre se conocía el paso de frontera entre la zona soviética y la zona occidental. El Muro fue construido a partir de 13 de agosto de 1961, y las últimas mejoras ser realizaron en 1975. El Muro de Berlín tenía una longitud de más de 144 km y fue destruido en 1989 aunque aún hay unos trozos de muro por toda la ciudad.


Uno de los mayores trozos se encuentra junto al solar donde antiguamente se situaba la sede de la Gestapo. En 2009 se construyó en este lugar un museo que cuenta con una exposición abierta al público, la Topografía del Terror.
Se trata de una exposición gratuita sobre todo lo acontecido entre 1933 y 1945. Es una exposición francamente interesante y que recomiendo que visitéis.
Postdamer Platz, Berlin
A unos 10 minutos andando de este museo se sitúa la conocida Postdamer Platz. Aquí se celebra cada año el famoso Festival de Cine de Berlín, la Berlinale, en el que se entrega el oso de oro a la mejor película.
La historia de la plaza se remonta varios siglos atrás pero fue especialmente famosa durante el siglo XIX cuando era una zona de gran actividad comercial y cultural y todavía hoy, como recuerdo, se puede ver un monumento al primer semáforo que se instaló en el lugar, el primero de Europa.
Sin embargo, la plaza no conserva ninguno de sus edificios históricos ya que fue severamente castigada por los bombardeos aliados a la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial. Además, después de la Guerra, este lugar se convirtió en un punto donde se dividía la ciudad entre los protectorados soviético y norteamericano, con el muro de Berlín atravesándola.
  
Esplanade Residence, Berlin

Se pueden ver los restos de un antiguo hotel de finales del siglo XIX.
No fue hasta la caída del muro de Berlín, en 1989, cuando se trazaron los proyectos de rehabilitación de la plaza Potsdamer Platz. Hoy en día esta plaza destaca por sus modernos edificios de cristal.
En ella podrás ver el impresionante Sony Centre, con una moderna cúpula que crea un espacio interior para bares y restaurantes y que se ilumina cada noche con luces de colores.

Sonic Centre, Berlin

Definitivamente, si te gusta la arquitectura moderna no puedes dejar de visitar esta plaza. A parte de los edificios, en la plaza también puedes pasear por el nuevo boulevard de las estrellas.

La Antigua Biblioteca Real (Alte Königliche Bibliothek): es un edificio barroco construido entre 1775 y 1780 bajo el reinado de Federico el Grande, quien hizo accesible la colección, ya que antes estaba reservado a la nobleza, académicos, ministros y otras personas gubernamentales. Para 1905 ya tenía 1,2 millones de volúmenes, así que en 1914 se reubicaron en otro edificio mayor, la Staatsbibliothek (Biblioteca Estatal), la mayor de Alemania. Durante la Segunda Guerra Mundial el edificio quedó seriamente dañado, se reconstruyó entre los años 1963 y 1969. Actualmente forma parte de la Humboldt Universität.
Se encuentra ubicada en la Bebelplatz, plaza que recibe su nombre por August Bebel, cofundador del partido socialdemócrata (SPD) en el s. XIX. En este lugar tuvo lugar la quema de libros el 10 de mayo de 1933 que realizaron las SA y las juventudes hitlerianas. Se quemaron alrededor de 20.000 libros, entre los que se encontraban títulos de Karl Marx, Berltolt Brecht, Thomas Mann y otros muchos. Hay una losa de cristal a través de la cual se puede ver una estantería vacía en conmemoración al suceso, obra de Micha Ullmann.

Humbolt Universität, Berlin
La Catedral De Santa Eduviges (Sankt-Hedwigs-Kathedrale ubicada también en uno de los extremos de la Bebelplatz y fue el único templo católico hasta 1854. Desde 1929 es la sede del arzobispado de Berlín. Empezó a construirse en 1747 con el permiso de Federico II, quien quería ofrecer un lugar de culto a los católicos recién llegados a Berlín, sobretodo de la Alta Silecia, así que la catedral la dedicó a la patrona de Silecia y Brandenburgo, Santa Eduviges de Andechs.
Humboldt Universität: se trata de la universidad más antigua de Berlín, fundada en 1810 por el diplomático, lingüista y filósofo Wilhelm von Humboldt. En ella estudiaron una gran cantidad de personalidades y también contó con célebres profesores como los hermanos Grimm, Albert Einstein, Max Planck y Otto Hahn entre otros. La Neue Wache, en el paseo Unter den Linden, es la primera obra que se le encargó a Karl FriedrichSchinkel en Berlín. Fue construido en 1818 en un estilo neoclásico, cuenta con un pórtico con columnas dóricas. Originalmente se construyó por orden del rey Federico Guillermo III para las tropas del príncipe heredero de Prusia. Hasta el final de la Primera Guerra Mundial sirvió como casa de la guardia real. En 1931 Heinrich Tessenow se encargó de rediseñar el edificio como monumento a los muertos de la guerra alemana. Sufrió serios daños durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial. 
Neue Wache, Berlin
Sus puertas reabrieron en 1960 como monumento a las víctimas del fascismo y el militarismo; se añadieron los restos de un soldado desconocido alemán y de víctimas desconocidas de un campo de concentración.
Tras la reunificación, en 1993 se dedicó a las víctimas de la guerra y la tiranía y se añadió bajo el rosetón la escultura de Käthe Kollwitz “Madre con su hijo muerto”, simbolizando el sufrimiento de los civiles durante la Segunda Guerra Mundial.

La plaza Gendarmenmarkt es una de las plazas más bonitas de la ciudad de Berlín Fue creada en 1700 por Federico III como pieza clave de un nuevo barrio. Los hugonotes expulsados en 1685 por Luis XIV fueron los principales habitantes del lugar. 
Gendarmenmarkt, Berlin


Gendarmenmarkt, Berlin


Lleva su nombre desde 1799, porque entre 1736 y 1782 se encontraba allí la “gens d’armes”, el regimiento de la Guardia. Está rodeada de tres edificios importantes: la catedral francesa (Französischer Dom), la catedral alemana (Deutscher Dom) y el Konzerthaus (anteriormente Schauspielhaus de Schinkel). En la plaza de encuentra la estatua del escritor alemán Friedrich Schiller iniciada en noviembre de 1859 para conmemorar el centenario de su nacimiento. Los nazis la retiraron de su lugar y en 1988 regresó para el 750 aniversario.

Französischer Dom: la Catedral Francesa terminó de construirse en 1705 para la comunidad de hugonotes que se establecieron en Berlín a finales del s. XVI. En la planta baja se encuentra el Museo de los Hugonotes, establecido en 1935, donde se repasa la historia de esta comunidad. Se puede subir a la torre y observar la ciudad desde su punto más alto.

Konzerthaus Berlin: la Sala de Conciertos de Berlín fue construida por Friedrich Schinkel entre 1817 y 1821sobre los cimientos del Schauspielhaus (Teatro Nacional) de Carl Gottard Langhans destruido en un incendio.

Deutscher Dom: la Catedral Alemana es una obra de Martin Grünberg, construida entre 1702 y 1708. Fue una iglesia evangélica hasta 1984 que se cedió al estado, y desde 1990 el Bundestag la utiliza como sala de exposiciones.

Museumsinsel: para llegar a esta pequeña isla en el Spree se cruza el Schlossbrücke, Puente del Palacio, flanqueado por estatuas, desde Unter den Linden. En la Isla de los Museos se asentaron los primeros moradores de la ciudad en el s. XIII. El complejo fue creado por Federico Guillermo III y actualmente es uno de los más importantes del mundo. Desde 1999 es Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO.
Isla de los Museos, Berlin
El primer edificio se creó en 1830 y durante la Segunda Guerra Mundial se destruyó gran parte de los edificios, comenzando su reconstrucción en la década de 1950. Actualmente se encuentran: el Museo Bode dominando la zona norte, el Museo del Pérgamo, el Neues Museum (Nuevo Museo), la Altes Nationalgalerie (Antigua Galería Nacional) y el Altes Museum (Museo Antiguo).
Hay entradas generales para un día (14€) o para tres días. Si quieres ver todos los museos, llevará como mínimos un día o más, dependiendo de como los veas. Nosotros visitamos únicamente el museo de Pérgamo y el Nuevo.
Puerta de Ishtar, Museo de Pérgamo
El Museo de Pérgamo es conocido por el famoso Altar de Pérgamo, que le da nombre, del año 165 a. C. Procedente de la ciudad de Misia, actual noroeste de Turquía, se trata de un colosal sepulcro de mármol rodeado por un friso donde se representa la lucha entre dioses y gigantes. Otros monumentos que destacan son la Puerta del Mercado de Mileto, del s. II a. C. y la Puerta de Ishtar, la fachada del templo de Uruk. Merece la pena visitarlo sólo por ver estas tres impresionantes obras.
Museo de Pérgamo

En el Museo Nuevo se encuentran el Museo Egipcio y la Colección de Papiros. El Museo Egipcio posee una de las colecciones más importantes del mundo, muchas de sus piezas provienen de la época del rey Akenatón, hacia el 1340 a. C. También se puede ver aqui el famoso busto de la reina Nefertiti conservado sin ninguna restauración desde el periodo Amarna.
Llama la atención la cantidad de réplicas expuestas de objetos que tras la victoria aliada, los soviéticos se llevaron como trofeos de guerra.

Lustgarten: el Jardín de los Placeres se ubica frente al Altes Museum. Originalmente este jardín formaba parte de un antiguo palacio del cual era el huerto. Tras la Guerra de los Treinta Años, en 1648, fue transformado en jardín real, con estatuas, fuentes, aviario, casa de verano, invernadero y grutas. En esta época fue cuando se plantaron patatas importadas de Holanda por primera vez en Berlín.
Más tarde Federico Guillermo I lo convirtió en un pequeño campo de entrenamiento para sus tropas y trasladó las estatuas y el invernadero a Charlottenburg.
En 1830 se le encargó a Schinkel que lo rediseñara para el Altes Museum.
En la época nazi se utilizó como lugar de desfiles y lo asfaltaron todo, hasta la década de 1990 que se restauró para darle el aspecto que había planeado Schinkel.
Berliner Dom

Berliner Dom: la Catedral de Berlín es un templo evangélico construido entre 1895 y 1905. Antiguamente en su lugar se ubicaba una catedral barroca de 1747 y remodelada en estilo neoclásico por Schinkel, pero fue demolida en 1894 por orden de Guillermo II.
De estilo renacentista italiano, es impresionantes tanto por dentro como por fuera y visible desde muchos puntos de la ciudad. Como la mayoría de edificios, sufrió graves daños durante los bombardeos entre 1943 y 1945; su
reconstrucción empezó en 1975 y terminaron en 1993.









Fernsehturm, Berlin
En esta plaza lo que más llama la atención el "pirulí" que se encuentra en medio de ella. Se trata de la Fernsehturm (torre de telecomunicaciones): está situada en la famosa Alexanderplatz y con sus 368 metros de altura, se puede disfrutar desde su mirador de una vista general de toda la ciudad. La torre se construyó por orden de los dirigentes de la RDA en 1969 para demostrar la fortaleza y el desempeño del sistema socialista.

Es lo primero que vimos desde el avión al aterrizar en Berlín y se puede ver desde todos los puntos de la ciudad. A pocos metros de la Alexanderplatz se halla la Fuente De Neptuno (Neptunbrunnen) construida en 1891 y que estaba ubicada en la Schlossplatz, entre el palacio y los establos. Está considerada de las más bonitas de la ciudad. Actualmente se ubica a medio camino entre el Rotes Rathaus y la Marienkirche.


El Ayuntamiento Rojo (Rotes Rathaus) es la actual sede de la alcaldía y el Senado de la ciudad de Berlín. El nombre del edificio es debido al color rojo de los ladrillos de la fachada. Hay dos estatuas de bronce cercanas a la entrada, en homenaje a las escombradoras (Trümmerfrauen), mujeres que ayudaron a reconstruir la ciudad tras la Segunda Guerra Mundial.
Rotes Rathaus, Berlin
Nikolaiviertel, Berlin
Otro barrio indispensable que os recomiendo visitar es el barrio de Nicolás (Nikolaiviertel), un laberinto de callejones empedrados lleno de cafés y restaurantes (caros) con algunos edificios medievales (reconstruidos, como casi todo en Berlín).

Aquí se encuentra también el Museum Nikolaikirche que da nombre al barrio y que fue una de las iglesias más importantes de la ciudad y la más antigua; data del año 1230. Se diferencia claramente del resto por sus dos agujas gemelas, clásicas del gótico tardío.
Durante la Segunda Guerra Mundial quedó muy dañada, pero se reconstruyó en la década de 1980 y se reabrió como museo en 1987.








Nikolaiviertel, Berlin
Un poco más alejado se encuentra el barrio judío, Scheunenviertel, donde se encuentra la Nueva Sinagoga y Centro Judio. La sinagoga original databa de 1866, de estilo morisco-bizantino y tenía capacidad para 3.200 personas, siendo la más grande de Alemania.
Nueva Sinagoga, Berlin
La noche de los cristales rotos se salvó de ser quemada, pero no se salvó de ser requisada en 1940 para utilizarla como almacén. Sí se libró de los bombardeos. Aún así, el gobierno de la RDA la demolió en 1958 y se conservó la fachada principal. Su reconstrucción terminó en 1995.

En este barrio también se encuentra un cementerio judío, el Jüdischer Friedhof, el más antiguo de Berlín. En las aceras de este barrio podrás ver una pequeñas placas doradas frente a las entradas de algunas casas, indicando que las personas judías que vivían en ella y murieron durante el periodo nazi.








Volviendo a la Puerta de Brandenburgo, justo detrás se encuentra el Reichstag que desde 1999 es de nuevo sede del parlamento federal, el Bundestag. Fue rehabilitado por el arquitecto Sir Norman Foster que colocó una cúpula de cristal encima del edificio. Desde ella se puede disfrutar de una gran vista de la ciudad.
Bundestag, Berlin

Bundestag, Berlin

Bundestag, Berlin
Charlottenburg, Berlin
En su reconstrucción, sólo se dejaron los muros exteriores; el interior es totalmente nuevo. Se puede acceder a la cúpula de cristal y la entrada es gratuita, pero hay que reservar con bastante antelación para acceder a ella. La reserva se hace directamente desde la página del Parlamento Alemán. En mi opinión, es mejor dejar esta visita para los últimos días y así conocerás todos los edificios que se pueden ver desde la cúpula.

Si tenéis tiempo, también os recomiendo visitar Charlottenburg. Es un palacio barroco de Charlottenburg empezó siendo una residencia de verano para la esposa de Federico III, Sofía Carlota, en 1699.
Originariamente se llamaba Schloss Lietzenburg y se amplió tras la coronación de Federico en 1701 por Johann Friedrich Eosander.
Pasó a llamarse Charlottenburg al fallecer Sofía Carlota en 1705 Más tarde, Federico el Grande, contrató a Georg Wenzeslaus von Knobelsdorff para añadir la Neuer Flügel (Ala nueva) en 1746 y en 1780 se construyó el Schlosstheater (Teatro del Palacio).
La sección central, conocida como Altes Schloss es la más antigua. En la planta inferior se hallan los aposentos de Sofía Carlota y Federico III pero sólo se pueden visitar con visita guiada.
Charlottenburg, Berlin
Destacan también la Sala de Roble con retratos familiares, la Sala Oval con vistas al jardín (el cual está abierto al público sin ningún coste), la Sala de audiencias con tapices belgas, la Cámara de Porcelana, que como su nombre indica, tiene expuestas fabulosas porcelanas chinas y japonesas etc...
La entrada al complejo cuesta 15€ y la visita con audio-guía dura unas 3 horas más o menos.

En fin, a nosotras ya no nos dio tiempo a más, pero si contáis con más días, otra visita obligada es el antiguo campo de concentración Sachsenhausen. Se encuentra en la ciudad de Oranienburg que está situada a unos 30 o 35 kilómetros de Berlín. Se llega hasta allí fácilmente en cercanías (S-Bahn).
Fue construido en 1936 por prisioneros de
otros campos de concentración y se utilizó hasta 1945. Así mismo, también hay presencia sovietica, dado que el campo siguió en uso después de la guerra realizando ampliaciones que hasta hoy se mantienen.
La entrada al campo es gratuita, y para que te den la audio-guía (disponible en español) solo es necesario dejar el DNI en la recepción.

Ah! se me olvidaba, a pocos kilómetros al suroeste de Berlin, se situa Postdam. Si os sobra algún día, esta encantadora ciudad es una buena escapada que te llevará a la corte alemana del siglo XVII. Federico Guillermo I de Brandenburgo la eligió como lugar de segunda residencia y más tarde, a mediados del siglo XVIII, durante el reinado de Federico II, el Grande, se construyeron muchos de los majestuosos edificios que aún hoy se pueden contemplar. El más famoso de ellos es el Palacio de Sanssouci aunque merece la pena ver también el resto.
Se puede acceder fácilmente con transporte público desde el centro y la visita os llevará un día entero ya que son muchos los palacios que se pueden visitar.
Fuente de Neptuno, Berlin
Y este ha sido nuestro viaje. Por supuesto, Berlin tiene una parte cool que ahora está muy de moda con tiendas de diseñadores jóvenes, asociaciones de artistas independientes etc... pero eso lo dejaré para la próxima vez que vuelva. Ya no nos dió tiempo a más!
Por el momento, os dejo con una canción de un grupo alemán titulada Geh doch nach Berlin. Espero que os guste, mi compañera de piso Angelika me la enseñó cuando vivía allí. Casualmente, el grupo se llama Angelika Express...
Tschüs!

lunes, 9 de abril de 2012

Bizcocho de Cerezas


Cinnamon Tales
Aunque el bizcocho de cerezas es un postre muy típico en los países germanos, nunca lo probé durante mi estancia en Alemania. Mi tarta favorita allí era el Mohnkuchen o pastel de amapola (que algún día me atreveré a hacer). Así que, a pesar de mis buenos propósitos de probar un poco de todo, siempre que me acercaba a la panadería, acababa cogiendo una porción de este exquisito pastel. Eso si, puedo hacer una guía gastronómica sobre el Mohnkuchen por toda Alemania :D
El caso es que el pasado mes de septiembre, en la cafetería del palacio Charlottenburg (Berlín) tomé un trozo de este delicioso  bizcocho. Su sabor casero me encantó y no me resultó demasiado dulce. Cuando llegué a casa busqué la receta en internet, pero no encontré ninguna que me convenciera. El caso es que el otro día, buceando por algunos blogs ingleses, encontré por casualidad esta receta que me convenció a la primera. El blog se llama The Caked Crusader y la verdad es que casi todas las recetas que he visto tienen una pinta buenísima.
Pues dicho esto, os dejo aquí la receta (con alguna customización) y unas fotitos para que veáis como queda. Son un poco oscuras porque ya era de noche cuando las hice y tuve que sacarlas dentro de casa... pero bueno, más o menos os haréis una idea de cómo quedó!

Ingredientes:
200 gr. de cerezas sin hueso en almíbar
125 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
125 gr. de azúcar moreno
200 gr. de harina
1 sobre de levadura
Cinnamon Tales
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 cucharadita de zumo de limón
3 huevos
2 cucharadas de leche

Glaseado:
2 cucharadas de mermelada de melocotón/arándanos
1 cucharadita de agua

Preparación:
Precalentamos el horno a 175º C. En un bol, tamizamos la harina con la levadura y reservamos.
Dejamos las cerezas escurrir y las ponemos en un plato hasta que las vayamos a utilizar.
Por otro lado, batimos en un bol la mantequilla con el azúcar. Nos ha de quedar una mezcla cremosa y blanquecina. Es muy importante no saltarse este paso ya que es lo que confiere esponjosidad al bizcocho. Después, vamos añadiendo uno a uno los huevos. Cada vez que incorporemos un huevo, batimos un poco para integrarlo bien en la mezcla. Tras esto, echamos la cucharadita de limón y vainilla y mezclamos bien.
Poco a poco vamos añadiendo la harina y la leche hasta obtener una mezcla sin grumos. Tened cuidado y no batáis demasiado, sólo hasta que veamos que tenemos todos los ingredientes bien incorporados.
Cinnamon Tales
Engrasamos un molde de 20 cm con mantequilla y vertemos la masa en él. Con cuidado, vamos colocando las cerezas por encima pero sin presionar para intentar que no se vayan al fondo. En teoría no deberían hundirse, sino quedar en la superficie. Sin embargo, como podéis comprobar, las mías han ido todas al fondo... Y eso que las he colocado con sumo cuidado. Pero bueno, aunque no quede tan bonito, el bizcocho está igualmente bueno! A ver si vosotros tenéis más suerte!
Metemos el molde en el horno durante 45 minutos y justo antes de sacar hacemos la prueba del palillo para comprobar si está listo. 
Por último, mezclamos las cucharadas de mermelada con el agua y calentamos unos segundos al microhondas. Sobre el bizcocho aún caliente, pintamos por encima con esta mezcla y dejamos enfriar completamente antes de desmoldar.
¡Y a disfrutar de otro delicioso bizcocho casero!
Cinnamon Tales
Cinnamon Tales


domingo, 1 de abril de 2012

Red Velvet Cupcakes (Parte II)


Cinnamon Tales
Velvet Morning, para aquellos que no conozcáis esta gran canción de The Verve, aquí os dejo el link. Es sin lugar a dudas una de mis canciones favoritas. Puede que la letra sea algo triste al principio, pero a mi me transmite energía. Cuando la escucho me imagino un frío día de tormenta en el cual, tras horas de nubes grises y rayos cruzando el cielo, el sol se abre paso tímidamente calentando la tierra (¡qué poético!). Cuando el sol vuelve a brillar parece como si las cosas mejoraran, no? Pues precisamente es esta sensación la que tengo al escuchar esta canción.
El caso es que hoy me he levantado con ganas de volver a oirla. No es que estuviera triste ni nada, simplemente me he acordado de ella, así que rápidamente he buscado el CD de The Verve que compré durante mi año de Erasmus en Newcastle.
Y claro está, como no podía ser de otra forma, inmediatamente he relacionado el título de esta canción con la famosa tarta Red Velvet. Supongo que os acordaréis de mi primer intento fallido con ella.... De sabor quedó muy rica, aunque en lugar de ser roja, resultó marrón.
Pero como yo soy una chica perseverante... me ha parecido una buena idea volver a probar suerte, pero esta vez con el colorante adecuado (gracias Silvia :)
Aunque en lugar de hacer una tarta, he preferido hacer la misma versión en cupcakes. Lo cierto es que ha resultado mejor de lo que esperaba. De sabor están riquísimos y el color es rojo, rojísimo!!
En fin, he disfrutado muchísimo esta mañana desayunando estos deliciosos cupcakes en la terraza (bien abrigada, eso sí) y escuchando Velvet Morning.
Si os apetece daros un capricho algún día, no dudéis en probarlos. Se preparan en menos de 1 hora y su sabor os va a encantar.

Para unos 6 cupcakes necesitaremos:
40 gr. Mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo mediano
100 gr. harina
1 cucharada de cacao en polvo
80 ml. Buttermilk ( ver receta )
100 gr. azúcar
1 cucharadita rasa de extracto de vainilla
1 cucharadita rasa de vinagre blanco
½ cucharadita rasa de bicarbonato de soda
¼ cucharadita de colorante rojo en pasta

100 gr. queso crema tipo "philadelphia"
100 gr. Mascarpone
Azúcar glas al gusto

Elaboración:
Precalentamos el horno a 170 °C, mientras, tamizamos la harina junto con el cacao.
En un bol aparte, batimos el azúcar con la mantequilla. Recordad que debemos estar unos 4 minutos hasta obtener una mezcla cremosa llena de aire. Añadimos el huevo y cuando esté bien mezclado, añadimos la mitad de la harina y el buttermilk. A continuación añadimos el resto de la harina y el extracto de vainilla. Por último, añadimos el vinagre y el bicarbonato de soda (que previamente habremos mezclado en un vasito aparte) y batimos hasta conseguir la mezcla homogénea.
Ponemos la masa en los moldes de papel que hemos preparado, recordando llenar hasta 2/3 más o menos para evitar el “efecto volcán”.
Horneamos unos 15-20 minutos y dejamos enfriar.
Cinnamon Tales
Cinnamon Tales

Cinnamon Tales





Estos cupcakes llevan un frosting algo distinto. Está hecho a base de queso crema philadelphia y mascarpone a parte iguales. Batimos ambos con el azúcar glas (al gusto) hasta obtener una textura untuosa y firme.
Una vez listo, extendemos el frosting con una manga pastelera o con una cuchara y decoramos con unas gominolas o con unas frambuesas o con lo que se os ocurra!
Cinnamon Tales
¿A que han quedado bonitos? Les he debido de sacar como 100 fotos!!!
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Aquí se puede apreciar mejor el color rojo del bizcocho... ¡¡¡me encanta!!! Aunque lleve colorante... le he puesto muy poquito, eh?, así que tan malo no puede ser!
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En serio os digo que esta receta es infalible, la he hecho varias veces y ha sido siempre todo un éxito. Además, su color rojo da mucho juego para adornarlos. Si no tenéis gominolas o azúcar de colores a mano, podéis hacer formas estriadas con ayuda de una manga pastelera. El resultado es muy vistoso. Os dejo aquí unas fotos de otro día que hize esta receta para que veáis como queda. Muak!
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